Un descubrimiento que convierte la niebla en agua significa que las zonas rurales pueden acceder fácilmente a su propia agua potable limpia
Nos hemos encontrado con tanta niebla y neblina en nuestras vidas, pero ¿alguna vez has pensado en revertir el método de evaporación y utilizar todas estas abundantes partículas de agua para uso potable? En un logro innovador, investigadores de ETH Zurich y el Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros en Mainz han descubierto una forma transformadora de abordar la escasez y la contaminación del agua. Aprovechando el poder de la niebla, han desarrollado una tecnología de vanguardia que la convierte en agua limpia y potable y, al mismo tiempo, la purifica de contaminantes. Esta innovación no sólo ofrece una solución sostenible a la escasez de agua sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente.
Equipo: ETH Zurich, Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros
Investigadores: Ritwick Ghosh, Adrien Baut, Giorgio Belleri, Michael Kappl, Hans-Jürgen Butt y Thomas M. Schutzius
El núcleo de esta revolucionaria tecnología reside en una red de alambre metálico muy entrelazada, ingeniosamente recubierta con una mezcla especializada de polímeros y dióxido de titanio. Esta combinación única tiene un doble propósito: capturar eficientemente las gotas de agua de la niebla y canalizarlas rápidamente hacia un contenedor de recolección antes de que el viento pueda dispersarlas. Mientras tanto, el dióxido de titanio desempeña un papel fundamental en un proceso químico que descompone los contaminantes orgánicos que se encuentran en las gotas, lo que da como resultado una fuente de agua más pura.
El proceso comienza con la malla densamente tejida que atrae y retiene las gotas de agua, una hazaña lograda por los polímeros. Este diseño inteligente minimiza el riesgo de que el viento se lleve las gotas, lo que garantiza la máxima eficiencia en la captura de agua. Al mismo tiempo, el dióxido de titanio inicia una reacción química que desintegra las moléculas de diversos contaminantes orgánicos presentes en las gotas de agua. Este doble mecanismo conduce a la producción de agua limpia, potable y segura para el consumo humano.
Un aspecto destacable de esta innovación es su cociente de sostenibilidad. Los materiales empleados y la dependencia de la tecnología de paneles solares para el consumo de energía contribuyen a su naturaleza ecológica. Aprovechando el poder del sol, tan solo treinta minutos de luz solar pueden recargar el dióxido de titanio, otorgando veinticuatro horas adicionales de purificación a través de la memoria fotocatalítica. Esta utilización eficiente de los recursos se traduce potencialmente en requisitos mínimos de mantenimiento y energía. Los esfuerzos colaborativos de los investigadores han dado resultados sorprendentes. Rigurosas pruebas tanto en laboratorio como en plantas piloto a pequeña escala en Zurich han demostrado las capacidades del sistema. En particular, las redes pudieron recolectar el ocho por ciento del contenido de agua de la niebla y eliminar un asombroso noventa y cuatro por ciento de compuestos dañinos que podrían hacer que el agua no fuera potable o no fuera apta para diversas aplicaciones. Esto incluyó la descomposición eficiente de finas gotas de diésel y la eliminación del agente hormonalmente activo bisfenol A.
El potencial de la tecnología se extiende más allá de la conversión de niebla. En las torres de enfriamiento industriales, donde el vapor normalmente se disipa en la atmósfera, esta innovación se puede emplear para recuperar y purificar agua antes de su liberación. Esto abre posibilidades para una gestión más responsable del agua en las industrias.
El gran potencial de esta tecnología de niebla en agua no se limita a los laboratorios. Con su capacidad para funcionar eficientemente en regiones propensas a la niebla como Perú, Bolivia, Chile, Marruecos y Omán, la innovación promete llevar agua limpia y potable a áreas plagadas de escasez de agua. Se erige como un rayo de esperanza para un futuro sostenible donde el acceso al agua potable sea una realidad para todos.
Los esfuerzos de colaboración de ETH Zurich y el Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros han dado lugar a una innovación revolucionaria que transforma la niebla contaminada en un recurso valioso: agua limpia y potable. Esta tecnología es inmensamente prometedora para abordar los desafíos de la escasez de agua y al mismo tiempo defender la responsabilidad ambiental. Con su notable capacidad para aprovechar la niebla y purificar el agua, marca el comienzo de un futuro en el que el acceso al agua potable está al alcance de la mano, salvaguardando la salud y el bienestar de las comunidades de todo el mundo.
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